NORMAS BÁSICAS DE TIPOGRAFÍA
Elección del tipo de letra
Actualmente existen miles de tipos de letra distintos. Cualquier usuario puede tener a su alcance algunos centenares (los que vienen incluídos con los programas comunes.) Aunque la elección de la tipografía para un documento es una cuestión en buena parte de gustos personales (y de modas), existe consenso entre los especialistas en una serie de puntos básicos.
Si lo que queremos es un texto fácilmente legible, debemos descartar letras muy ornamentadas o decorativas. Éstas deben reservarse para usos especiales (carteles, títulos, iniciales, logotipos...) El cuerpo del texto debe componerse con letras discretas y fácilmente legibles (pero también refinadas y agradables a la vista)
Las letras que se suelen considerar idóneas para el cuerpo de texto son las serif y las de palo seco -o simplemente sans- en sus diferentes variantes.
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Existen miles de tipos de letra digitales disponibles y existe toda una clasificación que conviene conocer. Podemos encontrar mucha más información sobre estas cuestiones en diferentes páginas web y libros.
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El tamaño más corriente para el texto normal está entre los 10 y 12 puntos. Un punto equivale a 1/72 de pulgada. Si diseñamos una composición con múltiples columnas estrechas, se puede reducir el tamaño a 8 ó 9 puntos. Si usamos papel de gran tamaño o carteles, podemos aumentarlo proporcionalmente.
Por lo que se refiere a los encabezados, títulos y subtítulos, no hay reglas fijas, pero suelen aplicarse tamaños que sean del orden de un 20% superiores o inferiores al del texto, y aplicar cambios de estilo donde convenga (negrita o cursiva.) Esto significa que para un texto a 10 puntos, un subtítulo de tamaño razonable podría tener unos 12 puntos. Si el texto es mayor, a 12 puntos, el subtítulo debería aumentarse a 14-14,5 puntos.
Reglas principales para la composición tipográfica
(y errores más comunes)
Estos son algunos mandamientos que deberían seguirse. ¡Siempre! Muchos errores que se cometen derivan de aplicar la práctica de la mecanografía tradicional (con muchas limitaciones) a los programas de tratamiento de textos, que son mucho más flexibles. Recordemos:
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Cuidado con la alineación del texto . No creáis que el texto con justificación completa es más profesional. Echad un vistazo a cualquier publicación impresa. Os sorprenderá ver que, de hecho, se utiliza también mucho la alineación a la izquierda. Es la opción que obtiene una mejor distribución de las letras en cada línea, sin espacios en blanco o sin alterar el interletraje. Las otras opciones -alineación a la derecha y alineación centrada- deben utilizarse exclusivamente para textos cortos (citas, títulos, resúmenes...) puesto que hacen difícil la lectura.
Para señalar el principio de un nuevo párrafo en el texto, hay dos opciones, que son mutuamente excluyentes. No deben usarse las dos (pero tampoco ninguna de las dos.):
Sangrar la primera línea. El valor más usado entre los profesionales es de 1 em, una medida que equivale al tamaño de la letra, medido en puntos: si trabajamos a once puntos, 1em son once puntos para el sangrado (aproximadamente equivale a tres espacios.) Una sangría de un centímetro o más es una exageración y queda fatal. Este es uno de los errores más comunes al escribir textos. El primer párrafo suele dejarse sin sangría, porque ya se ve bien donde comienza.
Se debe insistir: La sangría en un párrafo no debe aplicarse con un golpe de tabulador ni con espacios extra. Utilizad la opción del formato de párrafo correspondiente y especificad un valor exacto.
Nunca se debe subrayar el texto. Otro error muy común. Para enfatizar una parte del texto, se debe recurrir a la letra negrita o la cursiva. El subrayado es un viejo hábito de la época de la mecanografía mecánica. Se utilizaba con la máquina de escribir porque era la única forma de destacar una sección del resto del texto. El texto subrayado sólo es admisible cuando la letra simula una máquina de escribir antigua. Para tener un espaciado entre palabras y un interletraje óptimos, debe activarse la opción de separar con guiones. En Word, se establece en Herramientas | Idioma | Guiones. Activar esta opción es especialmente importante cuando se trabaja con columnas estrechas de texto y cuando se quiere justificar.
Detalles profesionales
Algunos errores que se comenten a menudo y pueden evitarse fácilmente:
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El problema está en que no figuran en el teclado. Las combinaciones necesarias figuran en la tabla adjunta. Por suerte, la mayoría de programas corrigen automáticamente este detalle, y es suficiente con teclear las comillas normales del teclado para que aparezcan las tipográficamente correctas. También es cierto que en las páginas Web no suele haber tanto control tipográfico y a menudo aparecen las comillas "incorrectas" porque son mejor reconocidas por diferentes sistemas operativos.